No es cualquier regreso. Han pasado 15 años desde que Kilian Jornet se paró por primera vez en la línea de salida de la Western States 100, una de las carreras más icónicas del trail running mundial. Hoy, con tres hijas, más estructura en su entrenamiento y la serenidad de los fiordos noruegos como base, Kilian vuelve a California... pero no como el mismo atleta.
En su nuevo video, Jornet reflexiona sobre este retorno no desde el rendimiento, sino desde la transformación personal. “No soy el mismo de antes. No más joven, pero tal vez un poco más sabio”, dice, dejando entrever que esta carrera no es solo física, sino también emocional.
La Western States recorre 100 millas entre Olympic Valley y Auburn, bajo el calor y los cañones implacables de California. Pero esta vez, la motivación parece distinta. “Tal vez es la curiosidad”, confiesa. No busca demostrar nada, sino reconectar con un capítulo clave de su historia.
Con más de 15 años de competencias, Jornet reconoce que el deporte le ha dado amistades, aprendizajes y un lugar en la historia del trail running. Pero también le ha enseñado a detenerse. “Es extraño para muchos imaginarme al final de un muelle con una caña de pescar... pero ha sido un cambio bienvenido”, cuenta. En una metáfora brillante, dice que los peces no piden selfies ni esperan récords. Solo quieren morder el anzuelo. Y esa simpleza, después de años corriendo al máximo, se siente como una forma de volver a casa.
Este video no es solo un anuncio de carrera. Es una ventana al alma de un corredor que, incluso después de tantos podios, sigue buscando algo más profundo: propósito, balance y conexión.
