Hay carreras que no se corren solo con las piernas. Se corren con la cabeza, con la paciencia y, muchas veces, con la capacidad de dejar el “yo” de lado para construir un verdadero “nosotros”.
En la edición 2025 de Across Andes, Canuto Errázuriz se enfrentó a uno de esos desafíos totales: 804 kilómetros, más de 11.400 metros de desnivel, tres días sin pausas reales y una decisión clave que lo cambió todo: competir en dupla mixta junto a Alison Tetrick.
Lo que vino después no fue solo una carrera. Fue un proceso largo, lleno de planificación, confianza a distancia, adaptación constante y momentos límite donde el resultado dejó de importar. Esta no es una crónica de watts, posiciones o medallas. Es una historia sobre propósito, equipo, vulnerabilidad y sobre cómo el deporte termina siendo un espejo brutal de la vida misma.
👉 Te invitamos a leer la columna completa en el blog personal de Canuto Errázuriz, donde relata en primera persona todo lo que ocurrió antes, durante y después de Across Andes 2025.