Tu entrenamiento no debería terminar al llegar a la oficina. El sedentarismo prolongado afecta nuestra salud aunque estemos activos en otros periodos de tiempo. En conclusión para estar saludables debemos mantenernos en movimiento. Más allá de las actividades del tipo atléticas que uno realiza, el cuerpo necesita sentirse en movimiento. Aquí cinco tips para tener presente en el día a día y dejar que el movimiento fluya:
Piensa pequeño Pequeños movimientos y estiramientos realizados de forma continua durante el día son de alto beneficio. Puedes usar un mat para estirar en la oficina.
Relájate Puedes balancearte desde el marco de la puerta, inserta una barra y déjate colgar por unos minutos al día, para revertir algunos de los efectos de estar sentado todo el día.
Busca ayuda Existen varias apps que te irán guiando durante el día para que recuerdes estar en movimiento. Incluso varios relojes inteligentes tienen la capacidad de seguir el estado de tu movimiento para avisarte cada tiempo el ponerte en acción por algunos minutos. Puede ser desde ponerte en pie y dar unos pasos, hasta realizar algunas flexiones o sentadillas de vez en cuando.
Camina y habla Recibe algunas llamadas de pie y sal a dar una vuelta. Organiza reuniones donde conversen mientras salen a caminar por el barrio dejando de lado la clásica sala de reuniones o el típico café.
Siéntate relajado Cuando estás forzado a estar sentando por largos periodos no hay necesidad de que mantengas una postura firme a 90 grados. Cruza tus piernas, o busca diferentes posiciones. Incluso puedes sentarte de piernas cruzadas en el piso o buscar otros rincones para cambiar la geometría de tu cuerpo, un sillón también puede ayudar.
Lo importante es que te mantengas en movimiento, si eres de olvidarlo, busca una alerta en tu reloj o celular. Chao con el sedentarismo prolongado.