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La motivación es como una chispa: puede encenderse en un instante, pero también apagarse rápidamente. Por otro lado, la disciplina es como un motor constante, el verdadero pilar que permite a los deportistas recreativos seguir avanzando, incluso cuando la motivación no está presente.
Ya sea que practiques running, trail running, mountain bike, gravel o triatlón, entender esta relación entre motivación y disciplina es clave para mantener la constancia en el entrenamiento y disfrutar al máximo de las carreras.
La motivación es el impulso que nos lleva a actuar. En el contexto deportivo, puede dividirse en dos tipos principales:
Surge del disfrute interno y la satisfacción personal que genera el deporte en sí mismo. Por ejemplo:
Esta motivación es profunda y duradera porque no depende de factores externos.
Proviene de factores externos, como premios, reconocimiento social o metas específicas. Ejemplos:
Aunque poderosa, la motivación extrínseca puede ser más volátil al depender de circunstancias externas.
Ambos tipos son válidos y suelen coexistir. Sin embargo, desarrollar la motivación intrínseca suele ser más efectivo para mantener el compromiso a largo plazo.
La motivación fluctúa dependiendo de factores como el clima, el cansancio o la carga laboral. En cambio, la disciplina es un hábito constante, que no depende de cómo te sientas en un momento específico.
Como deportista recreativo, la disciplina es tu mejor aliada cuando:
La disciplina te impulsa a seguir adelante, incluso cuando la motivación no está presente. Y esa constancia es lo que, al final, produce resultados duraderos.
Conecta con las razones más profundas por las que practicas tu deporte. Por ejemplo:
Este disfrute interno te hará volver una y otra vez.
Usa la motivación extrínseca como herramienta:
Diseña una rutina que elimine barreras:
No todos los días te sentirás motivado, y eso está bien. En esos días:
Entrenar con amigos o unirte a un club deportivo aumenta tanto la motivación como el compromiso. Plataformas como Strava pueden ayudarte a mantener la inspiración.
Para los deportistas recreativos, la combinación de motivación y disciplina es esencial. La motivación te inicia, pero la disciplina te lleva a la meta.
Construir hábitos y mantener una conexión emocional con el deporte son las claves para seguir avanzando, carrera tras carrera. No te preocupes si no siempre sientes la motivación al máximo. Lo que realmente importa es la constancia que construyes con disciplina.
Porque al final, no se trata solo de llegar a la meta, sino de disfrutar el camino.
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