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Correr a un ritmo lento puede parecer contradictorio, pero es una estrategia efectiva para mejorar el rendimiento en el running. A menudo, los corredores se sienten presionados a mantener ritmos rápidos durante sus entrenamientos, sin embargo, incorporar sesiones de carrera lenta puede ofrecer múltiples beneficios tanto para principiantes como para corredores experimentados.
Correr lento, también conocido como "jogging" o "caminata social", se refiere a un ritmo que permite mantener la frecuencia cardíaca en un nivel bajo, generalmente por debajo del 70% de la frecuencia cardíaca máxima. Esto se traduce en un esfuerzo percibido que debería estar entre 4 y 6 en una escala de 0 a 10, donde 0 es ningún esfuerzo y 10 es un trabajo extenuante.
Incorporar carreras lentas en tu rutina no solo te ayudará a mejorar tu rendimiento, sino que también te permitirá disfrutar más del running. Al final, el objetivo es encontrar un equilibrio que te permita seguir corriendo de manera saludable y sostenible.