Ya sea que se trate de ir al gimnasio o a correr en el parque, el ejercicio es clave para controlar el estrés, dormir bien, la felicidad, la productividad y, sobre todo, la salud. Pero, ¿cuándo debería esforzarse más y cuándo debería tomar un descanso? ¿Qué excusas para perder un entrenamiento son válidas y cuáles no?
Es importante distinguir entre "extralimitación" y "sobreentrenamiento". El exceso es lo que quieres hacer: Trabajar un poco más cada día, semana o mes, maximizando lentamente tus objetivos. Como resultado, causas "sobrecarga" en tu cuerpo (en el buen sentido), lo que conduce a la adaptación y, en última instancia, a la mejora. Por el contrario, el sobreentrenamiento es cuando no le das a tu cuerpo el tiempo suficiente para recuperarse entre los entrenamientos.
Hemos reunido seis de las excusas más comunes para omitir la actividad física, junto con consejos sobre si debes hacer ejercicio o relajarse por el bien de tu bienestar:
La excusa: "Estoy estresado".
El veredicto: Hacer ejercicio de todas maneras.
El ejercicio ayuda a aliviar el estrés. En lugar de ser una excusa por la que no haces ejercicio, el estrés debería ser una razón por la que sí vas al gimnasio.
“El ejercicio es fisiológico: aumenta el flujo de sangre al cerebro, aumenta la frecuencia respiratoria y aumenta la frecuencia cardíaca. Todo esto es genial para cómo te sentirás un par de horas después de completar una actividad. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo libera endorfinas y esas van a tu cerebro. Estimulan los sensores en su cerebro que están relacionados con las recompensas ".
Esto significa que incluso si entras al gimnasio estresado por un gran proyecto de trabajo, la química de tu cerebro te ayudará a sentirte más feliz al final de tu sesión de sudor, y continuará durante algunas horas. Entonces sí, deberías ir a esa clase de spinning, especialmente si te sientes sobrecargado. Tu cerebro te lo agradecerá.
La excusa: "No tengo ganas".
El veredicto: Aligerar.
Si no estás de humor para una clase intensa de HIIT, está bien. Pero vale la pena elegir una alternativa más fácil y manejable.
"Si simplemente no lo sientes, por ejemplo, si tienes niños en casa y estuvieron despiertos toda la noche, no tienes que seguir necesariamente tu plan para ese día. Puedes hacer algo más ligero ”.
La clave es no ver cada entrenamiento como independiente. Mira tu plan anual y di: "Tengo 100 sesiones de entrenamiento este año. ¿Está bien que tome este día y no lo convierta en un entrenamiento súper desafiante?" En el gran esquema de las cosas, un día no cambiará las cosas. Solo ten en cuenta toda la imagen.
La excusa: "Me duele".
El veredicto: Depende.
¿Cuánto tiempo después de tu último entrenamiento continúa el dolor? Tu respuesta a esa pregunta determinará si es difícil o lento. "El día de tu ejercicio, si estás un poco adolorido, está bien, pero si todavía te duele dos o cuatro días después de haber hecho ejercicio, tienes dolor muscular de aparición tardía"
Si experimentas dolor manejable al día siguiente, anímate y no dejes que eso altere tu ejercicio planificado. Pero si tiene dolor muscular de aparición tardía, trabajar muy duro es realmente perjudicial: tus músculos están inflamados e intentan repararse, por lo que entrenar intensamente además de eso dañaría los músculos y retrasaría la recuperación. En cambio, baja el dial y descansa. Empujar sería un sobreentrenamiento.
La excusa: "Estoy cansado".
El veredicto: Empuja, pero escucha a tu cuerpo.
La fatiga leve no es una razón para sacarse las zapatillas. Este es un caso en el que debes avanzar. El ejercicio en realidad puede ayudar a aumentar tu energía, por lo que vale la pena hacerlo. Dicho esto, debes tener cuidado de no hacer demasiado si estás realmente muy cansado y debes prestar atención a cómo te sientes a lo largo de tu entrenamiento. "Escucha lo que te dice tu cuerpo".
La excusa: "Estoy realmente cansado".
El veredicto: Sáltatelo.
La fatiga es una cosa, pero la privación total del sueño debería ser una señal de alerta para usted. “La falta de sueño tiene muchos efectos físicos y mentales. Fisiológica y psicológicamente, el ejercicio probablemente será perjudicial para su salud ese día ”. Si anoche dormiste muy poco, debes saber que tomarte un tiempo para descansar es más beneficioso que tu entrenamiento.
La excusa: "No tengo suficiente tiempo".
El veredicto: Ser creativo.
Definitivamente no necesitas una sesión de dos horas en el gimnasio para ver los beneficios mentales y físicos del ejercicio. Esta excusa es una de las más comunes.
