A veces arrancas y no sabes para donde vas. Tal vez vas como robot, haciendo lo que te toca hacer ese día, lo que tu hoja de entrenamiento dice... que tienes que salir por esa tirada larga, que tienes que rodar tantos kilómetros y ahí estás, dándole para adelante sin levantar mucho la cabeza, avanzando porque esta ahí como si de mandamientos se tratara.
Bueno, no debe ser así, cuando pesa, saca el as bajo la manga, saca la sonrisa juégale sucio a tu cabeza, pon esa sonrisa en tu cara aunque cueste porque bien sabes, a veces en el fondo y a veces más en la superficie, que por más que hoy te lo diga la hoja o mañana no te sientas conectado con el día, ¡te estás moviendo porque te gusta! porque la hoja no te esta obligando, tu entrenador no te esta presionando, tu familia no te esta persiguiendo, y no estas escapando del mundo que gira y no se va detener.
Avanzas porque es lo que te gusta, porque es la dirección que te gusta y lo aplicas no solo en el deporte sino que en todo, porque por más que te des contra el piso, te levantas y sigues, y te caes de nuevo y sigues. Porque al final esa sonrisa es más poderosa de lo que tu y yo creemos, y la debemos llevar bien puesta para que en esos momentos donde no quieres dar un paso más, cuando los minutos se vuelven horas, cuando no te entra ni agua ni comida, cuando pedalear en subida casi no es opción, cuando ni con bastones puedes conquistar la cima, cuando vas volando en una bajada por esa piedra que no viste, cuando las brazadas no las sientes porque tus brazos se te han dormido, cuando el sol te pega tan fuerte que parece que lo llevas atado a la espalda, cuando vas perdido porque no viste la última cinta, cuando tantas cosas pueden pasar y no las controlas, saca tu sonrisa porque por más que las cosas no estén yendo bien, tu te metiste ahí porque es lo que disfrutas, porque es donde tenías que estar. Mejor disfrutar ahora la aventura que cuando ya no estés en ese momento y te apuesto que esa sonrisa te puede incluso mostrar una salida.
Si, puta madre que es jodido sacar la sonrisa a veces, pero puta que ayuda.